“Los Profesores como intelectuales”

A partir de esta apreciación, Giroux ha planteado el enfoque curricular de las reformas educativas como la “Pedagogía basada en la Gestión”, que consiste en organizar la vida escolar, convertir la pedagogía y la naturaleza en procesos rutinarios, controlar y descalificar la conducta del profesor, siendo éste un simple ejecutor del pensamiento y el curriculum, para finalmente apartar al docente de los procesos de liberación y reflexión pedagógica.
Esta racionalidad tecnocrática e instrumental, definida por el autor, va reduciendo la autonomía del profesor y el aprendizaje se convierte en un problema de gestión, que no debiera ser. Por el contrario los docentes debieran dejar de ser ejecutores del curriculum para transformarse en intelectuales transformativos.
Dada esta nueva concepción de docente transformativo ¿Tenemos capital humano para ello? ¿Estamos preparados o capacitados para romper estas reformas educativas? ¿Podríamos recuperar el antiguo estatus y liderazgo del profesor?
Es posible, si se dieran las condiciones ideológicas, políticas, económicas y sociales, de tal forma que el docente participe críticamente en la preparación del curriculum, que los futuros profesores se les enseñe metodologías para desarrollar el pensamiento en los estudiantes, educarlos para que sean ciudadanos críticos y reflexivos, pero antes debieran poseer estas características los profesores, “se debe enseñar lo que se sabe”. Para lograr esto los docentes debieran tener autonomía para organizar el curriculum en función de cada contexto social y la planificación debiera ser consensuada por los docentes y alumnos, debiera existir además una mayor articulación entre los niveles y un trabajo colaborativo entre docentes, directivos, familia y sociedad.
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